No sé si es cosa de la madurez pero cada día aprecio (y busco) más lo natural, las cosas sencillas, los materiales nobles. Me sobra (cada día más) lo artificial; me sobra el ornamento, las explicaciones que no he pedido, tanto ruido innecesario, tanto tiempo perdido. Me pasa con los objetos y me pasa con las personas: qué pereza con quien no es claro, c…
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