Ilusión, no queda otra. En este comienzo de curso trufado de propósitos, planes y ruido tan solo nos queda soltar amarras y tratar de ilusionarnos con pequeños (y grandes) proyectos. No hay por qué empezar nada, pero sí es necesario que nos planteemos nuestra relación con las cosas que hacemos. La ilusión es el motor, el carbón de la locomotora, la mech…
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