Cerramos proyectos, cubrimos la piel con echarpes y hablamos ya sin candil. Cómo cansan estos días. El susurro de más (y más) contagios recorre las mesas, el miedo se disfraza de rutina (pocas cosas peores, porque el miedo nunca puede ser rutina) y el futuro con sus planes se diluye en esta neblina áspera y densa, cómo cala este frío hasta los huesos.
El otro día mientras estaba de viaje, con la paz que tanto anhelo, dejando atrás todo lo que me corrompe el alma y me confunde, pensaba en lo que de verdad me hace feliz. Hoy lo has mencionado, justo así los llamé “los hilos invisibles” las fuerzas y razones que nos sujetan cuando todo lo demás no existe. Encontrarlos da mucha paz y te enseña quién eres realmente. Yo pensé en mi Familia, en el amor y en mi misma.
Diciembre es todo eso y más! Balance de año, objetivos cumplidos correr con compras, mil reuniones para despedir el año, porque no las hicieron en octubre? Este diciembre me propuse, ir a paso lento, elegir con quien juntarme , hacer una lista muy pequeña de prioridades, y solo buscar mi paz interior. Vivo el adviento como tiempo de espera, preparar mi corazón para renacer en algo mejor.
Coincido en ese sentimiento de tristeza cuando murió mi mamá, ella vivía las Navidades con tanta alegría y felicidad!!!Que las posteriores a su partida fueron muy difíciles; hasta que decidí y elegí vivirlas como yo quería con alegria! recordando y volviendo a ese lugar una y otra vez.
Hoy quiero vivir este tiempo de espera , en paz con alegría y a paso lento.
He estado en ese mismo lugar esta semana. Cuando el dolor se hace físico ! Dicen q hay q tocar el dolor para atravesarlo y curarse... A mi me parece q lo toco una y otra vez. En ese momento, busco dentro de mi, necesito mi manta, el olor de una vela, calor, mi perrito.... Para 'renacer' una y otra vez...
Que suerte tienes en tener ese cuello. Es un lugar seguro donde puedes volver una y otra vez..
Conozco ese lugar, al que llegué no por buscarlo. Apareció al principio cuando yo aún no era capaz de percibir esos hilos invisibles. Cuando la ausencia de quien ya no está lo inundaba absolutamente todo..
Ahora sigo anhelando su vitalidad y su sonrisa, entre nosotros, pero sé que sigue viva en las luces de cada diciembre. Luces sostenidas por esos hilos invisibles, que ahora sí puedo ver.
El otro día mientras estaba de viaje, con la paz que tanto anhelo, dejando atrás todo lo que me corrompe el alma y me confunde, pensaba en lo que de verdad me hace feliz. Hoy lo has mencionado, justo así los llamé “los hilos invisibles” las fuerzas y razones que nos sujetan cuando todo lo demás no existe. Encontrarlos da mucha paz y te enseña quién eres realmente. Yo pensé en mi Familia, en el amor y en mi misma.
Hay que buscar esos hilos invisibles, razones que nos sujetan.
Dos pasitos pa lante y uno pa tras …. Pero Siempre hay tiempo , SIEMPRE ADELANTE ♥️
Diciembre es todo eso y más! Balance de año, objetivos cumplidos correr con compras, mil reuniones para despedir el año, porque no las hicieron en octubre? Este diciembre me propuse, ir a paso lento, elegir con quien juntarme , hacer una lista muy pequeña de prioridades, y solo buscar mi paz interior. Vivo el adviento como tiempo de espera, preparar mi corazón para renacer en algo mejor.
Coincido en ese sentimiento de tristeza cuando murió mi mamá, ella vivía las Navidades con tanta alegría y felicidad!!!Que las posteriores a su partida fueron muy difíciles; hasta que decidí y elegí vivirlas como yo quería con alegria! recordando y volviendo a ese lugar una y otra vez.
Hoy quiero vivir este tiempo de espera , en paz con alegría y a paso lento.
He estado en ese mismo lugar esta semana. Cuando el dolor se hace físico ! Dicen q hay q tocar el dolor para atravesarlo y curarse... A mi me parece q lo toco una y otra vez. En ese momento, busco dentro de mi, necesito mi manta, el olor de una vela, calor, mi perrito.... Para 'renacer' una y otra vez...
Que suerte tienes en tener ese cuello. Es un lugar seguro donde puedes volver una y otra vez..
Un abrazo
Qué difícil, verdad. Un abrazo, Fátima.
Conozco ese lugar, al que llegué no por buscarlo. Apareció al principio cuando yo aún no era capaz de percibir esos hilos invisibles. Cuando la ausencia de quien ya no está lo inundaba absolutamente todo..
Ahora sigo anhelando su vitalidad y su sonrisa, entre nosotros, pero sé que sigue viva en las luces de cada diciembre. Luces sostenidas por esos hilos invisibles, que ahora sí puedo ver.
Qué difícil es verlos, verdad? Un abrazo.