Hay días en los que sencillamente no eres, días donde la luz que llega no es más que un haz finísimo, días lentos como la vetusta Morla de la Historia Interminable, la vieja tortuga descansa todavía en el pantano de la tristeza: “Todo se repite eternamente: el día y la noche, el verano y el invierno… el mundo está vacío y no tiene sentido.
Hasta los días grises y rutinarios deberían iluminar nuestro transitar. Lo que hoy obviamos quizá fue nuestro faro, y tal vez mañana seamos faro ,que no luz, de alguien. Cambio el brillo de lo nuevo por la elegancia de lo pasado o antiguo, su calor es más reconfortante. Feliz fin de semana !
Me llevo tiempo llegar a esa conclusión. Faros hay muchos, admiramos, creemos, seguimos, pero que te den esa luz que sirve de guía y orientación... creo que podríamos contarlos con los dedos de una mano. Gracias Jesús.
“Los brillos cegadores” nos tienen drogados, enganchados a una vida carente de sentido. A mí me está costando mucho aplacar el ansia de siempre más, más nuevo; vivir en la noria de emociones. Quiero bajarme, la verdad es que ya me hace muy infeliz seguir la estala de los brillos. Busco el camino…
Me ha encantado y me siento muy representada entre tus palabras. Y me hace recapacitar: a mí a veces se me olvida vivir en lo cotidiano e igualmente tiene mucha belleza. Y sobre todo, que también es vida, ese tiempo finito que tenemos aquí y que deberíamos ver como un regalazo.
Al final estamos expuestos a tal estimulación que perdemos estar en las cosas más rutinarias. O al menos yo lo achaco a eso.
Cómo me recuerda tanto esa correspondencia de Lara a una frase de Frederic Beigbeder en El amor dura tres años, que parecía escrita para mí.
“Todas mis preocupaciones nacen de mi incapacidad pueril por renunciar a la novedad, de una necesidad enfermiza de ceder a la atracción de mil posibilidades increíbles que ofrece el porvenir”
Encuentro muy difícil parar y disfrutar de tanta actividad frenética, de tanta novedad y la noria de emociones que dice Silvia. Pero estas frases y tus textos me ayudana parar y reflexionar.
Todo tiene que ser nuevo y chispeante, hace tiempo que me vengo dando cuenta de este gran error que estamos transmitiendo a nuestros hijos, este año como en los últimos empecé a buscar adornos nuevos para nuestro árbol de navidad, siguiendo las" pautas "de instagramers y tiktokers, todo nuevo y chispeante, pero me di cuenta que lo importante son otras cosas... bajé mis adornos del trastero , pusimos nuestros villancicos y mientras cantábamos escogimos los de color plata y mis hijas los fueron colocando donde querían, sin olvidar las dos cartulinas con sus fotos que tenemos desde infantil... Qué necesarias esas rutinas para llenar sus vidas de recuerdos, con eso me conformo.
Y cuanta verdad transmites, Jesús. Vivimos intoxicados por la inmediatez, por tantos y tantos estímulos que nos apartan de la calma y paz. Hay que soltar, no permitamos que nos agote. Ellos, quienes nos dieron todo, los que están y los que se fueron, son y serán la luz que alumbra nuestras vidas. Vivamos el hoy, un regalo, que el mañana es un misterio. Saludos y buen sábado!
La cuestión es detectar y disfrutar de los brillos de nuestras propias rutinas, las que crean hogar, las que nos hacen sentir en casa. Crear momentos, pequeños, cálidos, sin grandes estridencias.
Y disfrutar de ese vino con tu madre en Nochebuena.
Precioso texto Jesús, siento lo mismo estos días. Me cuesta levantarme, en mi caso... pero al final consigo dar un bote y vuelvo a ser consciente de lo afortunada que soy. Hoy mi padre también me mandó los Buenos días en privado (solemos darnos los buenos días en el grupo de la familia cada día), él tiene 82 años. Me niego a pensar en como será cuando no pueda recibirlos. ¡Ahora toca disfrutarlo!.
¡Por cierto, que tu madre lea estas cartas! 🙏🏼🙏🏼🙏🏼❤️❤️
Creemos que todo lo que se convierte en rutina es aburrido, insulso, que no tiene valor.
“Todo se repite eternamente: el día y la noche, el verano y el invierno… el mundo está vacío y no tiene sentido. Todo se mueve en círculos. Lo que aparece debe desaparecer, y lo que nace debe morir. Todo pasa: el bien y el mal, la estupidez y la sabiduría, la belleza y la fealdad. Todo está vacío. Nada es verdad. Nada es importante” comparte Jesús Terrés en Nada importa.
La rutina nos sube a la monotonía de realizar siempre lo mismo.
Y las personas la esquivan con noches desenfrenadas, salidas de cervezas, charlas vagas carentes de reflexiones, deporte en exceso, música a todo volumen.
Parece que si nuestra vida no está llena de fuegos artificiales es banal y no nos encontramos satisfechos. Siempre tenemos que buscar más, sentir más, hablar más, aunque no nos escuchemos, aunque no reconozcamos las señales que parpadean en nuestro interior indicando que la rutina, tú rutina elegida puede ser un salvoconducto para volver a tí.
Parar para escuchar,
parar para escucharnos.
Parar para crear rutinas llenas de alma.
Una taza de té caliente mientras lees un libro.
Contemplar los atardeceres.
Practicar deporte, ese que te ayuda a sentirte mejor, no el de competición.
Cocinar lento.
Pasear con calma.
Charlas llenas de vida, de presencia, de querer.
Observar la sonrisa de tu hijo.
La alegría de tu perro.
Los dedos moverse por el teclado del ordenador.
El pincel impregnado con color cubriendo el papel.
Descansar en el sofá mientras ves tu serie favorita.
Dormir.
¿A quién no le gusta dormir?
Rutinas que llenan el alma, que nutren, que dan vida.
Rutinas que te permiten llevar a cabo las que no, las que se convierten en monotonía y no nos gustan realizar. Pero es que la vida es así, siempre con sus altas y sus bajas, solo está en nosotros, decidir a qué le prestamos atención.
Gracias por tus reflexiones y la fusión de palabras tan bonita.
Me encanta como escribes, siempre te leo en voz alta y así incluso lo hago un poco mío. Despiertas emociones y eso siempre lo agradezco. Feliz fin de semana!!
Voy con retraso esta semana... y es que este domingo es uno de esos días largos. El invierno, la navidad, la culpa, la familia... los días largos. Necesarios, pero pesan. Gracias por abrazar con palabras, Jesús.
Hasta los días grises y rutinarios deberían iluminar nuestro transitar. Lo que hoy obviamos quizá fue nuestro faro, y tal vez mañana seamos faro ,que no luz, de alguien. Cambio el brillo de lo nuevo por la elegancia de lo pasado o antiguo, su calor es más reconfortante. Feliz fin de semana !
Faro, que no luz. Bravo.
Me llevo tiempo llegar a esa conclusión. Faros hay muchos, admiramos, creemos, seguimos, pero que te den esa luz que sirve de guía y orientación... creo que podríamos contarlos con los dedos de una mano. Gracias Jesús.
“Los brillos cegadores” nos tienen drogados, enganchados a una vida carente de sentido. A mí me está costando mucho aplacar el ansia de siempre más, más nuevo; vivir en la noria de emociones. Quiero bajarme, la verdad es que ya me hace muy infeliz seguir la estala de los brillos. Busco el camino…
Además de que nos conduce sin remedio a la infelicidad, es agotador.
Agotadora
Me ha encantado y me siento muy representada entre tus palabras. Y me hace recapacitar: a mí a veces se me olvida vivir en lo cotidiano e igualmente tiene mucha belleza. Y sobre todo, que también es vida, ese tiempo finito que tenemos aquí y que deberíamos ver como un regalazo.
Al final estamos expuestos a tal estimulación que perdemos estar en las cosas más rutinarias. O al menos yo lo achaco a eso.
Me la guardo como un mantra. Feliz sábado.
Gracias de nuevo por un texto que va directo a nuestras luces y sombras. Siempre está el resquicio y la grieta, por suerte.
Gracias a ti, Lara. Que media carta es tuya.
Cómo me recuerda tanto esa correspondencia de Lara a una frase de Frederic Beigbeder en El amor dura tres años, que parecía escrita para mí.
“Todas mis preocupaciones nacen de mi incapacidad pueril por renunciar a la novedad, de una necesidad enfermiza de ceder a la atracción de mil posibilidades increíbles que ofrece el porvenir”
Encuentro muy difícil parar y disfrutar de tanta actividad frenética, de tanta novedad y la noria de emociones que dice Silvia. Pero estas frases y tus textos me ayudana parar y reflexionar.
Gracias
Ese libro, eh. A Laura le encanta.
Todo tiene que ser nuevo y chispeante, hace tiempo que me vengo dando cuenta de este gran error que estamos transmitiendo a nuestros hijos, este año como en los últimos empecé a buscar adornos nuevos para nuestro árbol de navidad, siguiendo las" pautas "de instagramers y tiktokers, todo nuevo y chispeante, pero me di cuenta que lo importante son otras cosas... bajé mis adornos del trastero , pusimos nuestros villancicos y mientras cantábamos escogimos los de color plata y mis hijas los fueron colocando donde querían, sin olvidar las dos cartulinas con sus fotos que tenemos desde infantil... Qué necesarias esas rutinas para llenar sus vidas de recuerdos, con eso me conformo.
Gracias por hacernos reflexionar cada sábado.
Gracias a ti por participar, Eva.
Suscribo cada palabra. Crear recuerdos y momentos que nos den calor.
Y cuanta verdad transmites, Jesús. Vivimos intoxicados por la inmediatez, por tantos y tantos estímulos que nos apartan de la calma y paz. Hay que soltar, no permitamos que nos agote. Ellos, quienes nos dieron todo, los que están y los que se fueron, son y serán la luz que alumbra nuestras vidas. Vivamos el hoy, un regalo, que el mañana es un misterio. Saludos y buen sábado!
La cuestión es detectar y disfrutar de los brillos de nuestras propias rutinas, las que crean hogar, las que nos hacen sentir en casa. Crear momentos, pequeños, cálidos, sin grandes estridencias.
Y disfrutar de ese vino con tu madre en Nochebuena.
Precioso texto Jesús, siento lo mismo estos días. Me cuesta levantarme, en mi caso... pero al final consigo dar un bote y vuelvo a ser consciente de lo afortunada que soy. Hoy mi padre también me mandó los Buenos días en privado (solemos darnos los buenos días en el grupo de la familia cada día), él tiene 82 años. Me niego a pensar en como será cuando no pueda recibirlos. ¡Ahora toca disfrutarlo!.
¡Por cierto, que tu madre lea estas cartas! 🙏🏼🙏🏼🙏🏼❤️❤️
Un día se las tengo que imprimir 😊.
Cierto ♥️
Los días tristes, grises, pegajosos e incluido aburridos, son tremendamente necesarios para después apreciar el color y la alegría.
Eso es.
Creemos que todo lo que se convierte en rutina es aburrido, insulso, que no tiene valor.
“Todo se repite eternamente: el día y la noche, el verano y el invierno… el mundo está vacío y no tiene sentido. Todo se mueve en círculos. Lo que aparece debe desaparecer, y lo que nace debe morir. Todo pasa: el bien y el mal, la estupidez y la sabiduría, la belleza y la fealdad. Todo está vacío. Nada es verdad. Nada es importante” comparte Jesús Terrés en Nada importa.
La rutina nos sube a la monotonía de realizar siempre lo mismo.
Y las personas la esquivan con noches desenfrenadas, salidas de cervezas, charlas vagas carentes de reflexiones, deporte en exceso, música a todo volumen.
Parece que si nuestra vida no está llena de fuegos artificiales es banal y no nos encontramos satisfechos. Siempre tenemos que buscar más, sentir más, hablar más, aunque no nos escuchemos, aunque no reconozcamos las señales que parpadean en nuestro interior indicando que la rutina, tú rutina elegida puede ser un salvoconducto para volver a tí.
Parar para escuchar,
parar para escucharnos.
Parar para crear rutinas llenas de alma.
Una taza de té caliente mientras lees un libro.
Contemplar los atardeceres.
Practicar deporte, ese que te ayuda a sentirte mejor, no el de competición.
Cocinar lento.
Pasear con calma.
Charlas llenas de vida, de presencia, de querer.
Observar la sonrisa de tu hijo.
La alegría de tu perro.
Los dedos moverse por el teclado del ordenador.
El pincel impregnado con color cubriendo el papel.
Descansar en el sofá mientras ves tu serie favorita.
Dormir.
¿A quién no le gusta dormir?
Rutinas que llenan el alma, que nutren, que dan vida.
Rutinas que te permiten llevar a cabo las que no, las que se convierten en monotonía y no nos gustan realizar. Pero es que la vida es así, siempre con sus altas y sus bajas, solo está en nosotros, decidir a qué le prestamos atención.
Gracias por tus reflexiones y la fusión de palabras tan bonita.
Que bonito! Identificada totalmente con tu escrito
Muchísimas gracias!!
Me encanta como escribes, siempre te leo en voz alta y así incluso lo hago un poco mío. Despiertas emociones y eso siempre lo agradezco. Feliz fin de semana!!
En voz alta 🥹.
Qué buena idea leerlo en voz alta.
❤️💖❤️
Jesús me encanta como escribes. Nunca las cartas de un desconocido me habían ilusionado tanto. Deseando siempre la siguiente. Gracias.
Gracias a ti.
Voy con retraso esta semana... y es que este domingo es uno de esos días largos. El invierno, la navidad, la culpa, la familia... los días largos. Necesarios, pero pesan. Gracias por abrazar con palabras, Jesús.