A Toni Segarra le pregunté si podía conducir la presentación de Vivir sin miedo en Barcelona un viernes siete de marzo, era para el jueves siguiente, me respondió un par de horas después (¿qué andaría haciendo?) con un sí sin matices.
Que gusto este momento. Este instante de acomodarme en el sofá, encender una velita y leerte a solas.
Con esa calma recién descubierta, de que la vida sigue, la vida está bien… Hace dos horas y media que bajé a la playa. Mi primera vez después de la partida de mamá.
Han sido, sobre todos los dos últimos años, muchas caminatas por la orilla, pidiendo por ella, por que la enfermedad no pasara ciertos límites, por que papá estuviera bien y si, también, por que mis miedos no me paralizasen. Por tener la fuerza que he tenido en estos cuatro años desde el diagnóstico, de estar. Estar presente, acompañar y sobre todo, ser. Porque ser a veces se nos hace bola cuando el escenario no es de película romántica. Porque imagino que quedar con tu madre a merendar en una terraza al sol o en la cafetería de un hotel bonito, tiene otros matices muy diferentes a merendar con tu madre en el jardín de la residencia de cuidados de enfermedades raras. Ponerla el babero, darle una trufa de la Mallorquina con cucharita, (¡cómo le gustaban!), limpiarla con cariño y escuchar, a cada trocito que conseguía tragar “Martita, es que me encantan”… Desde la distancia, no hubiese elegido nunca ese escenario. Pero la vida trae sus propios planes y el de mamá trajo este. Y llegan los miedos. Y mi descubrimiento de oro, ha sido, que atravesar juntas estos dos últimos años de no saber cuál era el
Giro que nos esperaba en la siguiente fase, nos hizo estar muy presentes una en la otra. Regalarnos (mientras la enfermedad nos lo permitió) conversaciones sin filtro. Y despedirnos cada vez que yo volvía a casa, como si fuera la última vez.
El miedo, desaparece casi al completo cuando lo miras de frente.
Y ya ni te cuento lo loco que es, cuando te lanzas a un cambio de ciudad por amor. ¡Qué bonita es la vida, coño!
Y cada vez queda menos para vernos de nuevo en persona.
Qué emoción, de verdad. Qué valiente (y buena) eres, “Estar presente, acompañar y sobre todo, ser”. Qué de aprendizajes en este texto, de verdad, gracias por abrirte así. No sé si desaparece cuando lo miras de frente, pero sí se que al menos se hace pequeñito, y con eso nos basta. Que viva la vida bonita.
Nos vemos prontito en Bilbao, sí. Feliz fin de semana, Marta.
Gracias Ana. Yo también tuve mi época de vivir muy veloz y sin estar. (Ya ni te digo, sin ser)… pero cuando llega el botón de stop y lo puedes pulsar cuando quieras, es un regalo.
Para mí lo peor es la incertidumbre… Esos momentos en que una y un millón de probabilidades invaden la mente. Una vez centrado el tiro, solo queda, aceptarlo y atravesarlo. Y el miedo ya, pasa a otro lugar.
Qué bonita la carta de hoy gracias. Me hace pensar en qué demonios le pasa a nuestra generación que estamos con tanto miedo ( o ansiedad, que para mí lo es otra cosa que el miedo en la edad adulta). Hay que soltar un poco, aligerar la carga, lo que sea que pase no es para tanto ( salvo contadas excepciones). Feliz sábado!
Siempre pienso la fuerza que debes rescatar (supongo de algún lugar debajo de las piedras) para seguir adelante con la rueda de la vida, no derrumbarte delante de tus hijos y trabajar duro para sacar adelante la familia con el dolor frío del corazón roto 💔
Leyéndote me he dado cuenta de que yo también soy valiente porque he entendido que “la vida es cambio y el cambio siempre duele” y pese a ello, he escuchado a mi intuición, he tomado decisiones y me he atrevido a atravesar por fin el miedo que me me paralizaba 🥹
Ainssss…
Que gusto este momento. Este instante de acomodarme en el sofá, encender una velita y leerte a solas.
Con esa calma recién descubierta, de que la vida sigue, la vida está bien… Hace dos horas y media que bajé a la playa. Mi primera vez después de la partida de mamá.
Han sido, sobre todos los dos últimos años, muchas caminatas por la orilla, pidiendo por ella, por que la enfermedad no pasara ciertos límites, por que papá estuviera bien y si, también, por que mis miedos no me paralizasen. Por tener la fuerza que he tenido en estos cuatro años desde el diagnóstico, de estar. Estar presente, acompañar y sobre todo, ser. Porque ser a veces se nos hace bola cuando el escenario no es de película romántica. Porque imagino que quedar con tu madre a merendar en una terraza al sol o en la cafetería de un hotel bonito, tiene otros matices muy diferentes a merendar con tu madre en el jardín de la residencia de cuidados de enfermedades raras. Ponerla el babero, darle una trufa de la Mallorquina con cucharita, (¡cómo le gustaban!), limpiarla con cariño y escuchar, a cada trocito que conseguía tragar “Martita, es que me encantan”… Desde la distancia, no hubiese elegido nunca ese escenario. Pero la vida trae sus propios planes y el de mamá trajo este. Y llegan los miedos. Y mi descubrimiento de oro, ha sido, que atravesar juntas estos dos últimos años de no saber cuál era el
Giro que nos esperaba en la siguiente fase, nos hizo estar muy presentes una en la otra. Regalarnos (mientras la enfermedad nos lo permitió) conversaciones sin filtro. Y despedirnos cada vez que yo volvía a casa, como si fuera la última vez.
El miedo, desaparece casi al completo cuando lo miras de frente.
Y ya ni te cuento lo loco que es, cuando te lanzas a un cambio de ciudad por amor. ¡Qué bonita es la vida, coño!
Y cada vez queda menos para vernos de nuevo en persona.
Así que, emoción a lo grande.
Que tengáis un bonito finde.
Qué emoción, de verdad. Qué valiente (y buena) eres, “Estar presente, acompañar y sobre todo, ser”. Qué de aprendizajes en este texto, de verdad, gracias por abrirte así. No sé si desaparece cuando lo miras de frente, pero sí se que al menos se hace pequeñito, y con eso nos basta. Que viva la vida bonita.
Nos vemos prontito en Bilbao, sí. Feliz fin de semana, Marta.
Gracias Jesús por crear este lugarcito. ❤️❤️❤️
”Qué bonita es la vida, coño!"... No lo olvidemos nunca :)... Mucho amor,Marta, a ti y a los tuyos ♥️
¡Abrazo! :)
Gracias Nati bonita. Cuanto calorcito encuentro aquí, en este rinconcito del querido Terrés.
Gracias Marta por estas palabras, cuanta emoción y cuanto aprendizaje en ellas
Gracias Ana. Yo también tuve mi época de vivir muy veloz y sin estar. (Ya ni te digo, sin ser)… pero cuando llega el botón de stop y lo puedes pulsar cuando quieras, es un regalo.
Yo por suerte también estoy en ese momento de ser, de darle al botón de stop, ha costado pero nada como esto. Abrazo
Qué bonito -para ella y para ti- haber podido vivir todo eso con tu mami 🥹
Como dices, atreverse a mirar al miedo de frente, hace que el Mounstro gigante pase a ser mucho más peque, casi como un peluche ❤️
Para mí lo peor es la incertidumbre… Esos momentos en que una y un millón de probabilidades invaden la mente. Una vez centrado el tiro, solo queda, aceptarlo y atravesarlo. Y el miedo ya, pasa a otro lugar.
Ya supongo ☺️
La mente es muy peligrosa, yo estoy -poco a poco- tratando de controlarla y no dejarle que me domine ❤️
Siempre pienso eso de que “si te da miedo, hazlo con miedo”, cuando intuyo que la recompensa por hacerlo valdrá la pena. Y normalmente acierto!
Buen sábado a todos!
Qué emocionante esta carta, Jesús. Una vez más puedo constatar que lo contrario al miedo es el amor y cuánto amor derraman tus palabras! 💗
Yo también creo que cuando hay AMOR pueden existir otros sentires o matices pero no miedo ✨
Qué bonita la carta de hoy gracias. Me hace pensar en qué demonios le pasa a nuestra generación que estamos con tanto miedo ( o ansiedad, que para mí lo es otra cosa que el miedo en la edad adulta). Hay que soltar un poco, aligerar la carga, lo que sea que pase no es para tanto ( salvo contadas excepciones). Feliz sábado!
La teoría es fácil (soltar, aligerar la carga, tener perspectiva) pero claro, luego está la vida...
El miedo es universal y atemporal. No es un tema generacional, te lo aseguro. Soy consumidora de este producto. Intento no ser adicta.
Me ha encantado 💜
Qué sabia es Laura también (cosa que intuyo ya conoces).
Sí que es sabia, sí.
Que lujo contar con Toni Segarra para la presentación de Vivir sin miedo, da gusto escucharle. Escucharos a los dos juntos debió ser una delicia.
Sí, es un maestro, el maestro. Pero sobre todo un hombre bueno y cariñoso.
Atravesar el miedo...bueno, aquí el miedo es un poco largo,¿ eh? Un abrazo 😽😽
El cambio siempre duele💔 este texto lo necesitaba hoy más que nunca. Gracias siempre🤍
Tus cartas son ratito de reflexión de la buena. A veces necesitas que alguien te recuerde que somos y debemos ser Valientes.
"Quiero seguir siendo audaz militante del bando de la belleza"💚
Cuánta valentía en esta carta. Y gracias, esta carta no podía llegar en mejor momento. 🙂
Grandes Jesús y Laura. Laura, tu decisión de ir a Valencia… que maravilla. Me identifico. 💘
Jesús, gran valiente tu mami 😍
Siempre pienso la fuerza que debes rescatar (supongo de algún lugar debajo de las piedras) para seguir adelante con la rueda de la vida, no derrumbarte delante de tus hijos y trabajar duro para sacar adelante la familia con el dolor frío del corazón roto 💔
Leyéndote me he dado cuenta de que yo también soy valiente porque he entendido que “la vida es cambio y el cambio siempre duele” y pese a ello, he escuchado a mi intuición, he tomado decisiones y me he atrevido a atravesar por fin el miedo que me me paralizaba 🥹
Gracias, Amaya. Sí que fue valiente, sí.
Adelanteeeeeee valiente 🪷
Muchas gracias Alaitz 🥹🤗
Sin palabras 🫶🏻 🥹
Me encanta 😁
Me encantó 💙 🌊
¿Cómo lo haces, Jesús? Cada sábado consigues emocionarme con tus palabras. Eso sí que es magia. Gracias ❤️